Henna

La henna es asombrosa. Es la base de todos nuestros tintes y es el primer tinte de la historia. Originaria del sur de Asia y norte de África, no solo proporciona un hermoso color rojizo al cabello, sino que también lo acondiciona, le brinda un brillo natural y lo protege al recubrirlo. Además, ofrece beneficios como la reducción de la caída del cabello, la caspa y el frizz ¡Es sin duda nuestra planta estrella!

En los tintes tradicionales, el color rojo se logra mediante la reacción de dos químicos altamente tóxicos: el PPD y el peróxido de hidrógeno. Estos compuestos pueden causar quemaduras, cicatrices permanentes en el cuero cabelludo, alergias severas, pérdida de cabello y dermatitis. Además, resecan y debilitan nuestro pelo. Por suerte, la henna reemplaza estos químicos en nuestro tinte natural.

La henna también nos ayuda a sustituir al amoníaco y al MEA. Este último es el reemplazo del amoniaco en los tintes que están libres de él, pero la verdad es que es hasta más perjudicial. Ambas sustancias se utilizan para facilitar que los colores penetren en la hebra capilar. En nuestros tintes naturales de tonos más oscuros, aplicamos la henna como primer paso, ya que su pigmentación orgánica actúa como base para que el color deseado se adhiera mejor. Así es como evitamos recurrir a los sintéticos tóxicos.