La henna 100% natural nutre, acondiciona e hidrata el cabello.

Nuestras plantas alivian los daños hechos a tu cuero cabelludo. Si tienes alergias o enfermedades como la dermatitis o psoriasis, calmará los síntomas.

Si sufres de caída, la henna también te ayuda con eso. Estimulan el crecimiento y reducen la caída.

No sólo tiñe la canas y pigmenta el cabello de manera excelente, también reduce el frizz, la caspa y aporta brillo con cada aplicación.

El amoníaco no es el único componente tóxico que existe en los tintes. El PPD (parafenilendiamina), el peróxido de hidrógeno, el MEA y otros sintéticos frecuentes en los tintes pueden crear quemaduras y cicatrices permanentes en el cuero cabelludo además de generar alergias, enfermedades a la piel, caída y pérdida de cabello.

Para variar el color del pelo, los tintes sintéticos deben alcanzar y fijarse a la capa intermedia del pelo (el córtex) estructura donde se localizan las moléculas o pigmentos (melanina) que proporcionan el color natural. Todo esto, para que el tinte dure más tiempo, pero con la consecuencia que tu keratina natural queda destrozada.

Los tintes sintéticos, al modificar la capa intermedia del cabello, alteran su contenido acuoso y se aumenta su porosidad, se debilita, se deshidrata y se reseca.

Al estar en contacto con el cuero cabelludo, los tintes sintéticos pueden irritar la piel y provocar alergias moderadas a graves.

Si te pica o arde la cabeza cuando te tiñes, aunque sea un poco, esto no es normal y no está bien. Tu piel está generando una reacción que puede ser alérgica y puede llevar a desarrollar una enfermedad cutánea. Por esto, debes de consultar con un médico.

Y si esto no te pasa a ti, recuerda que estos efectos ocurren con el uso acumulado, lo cual quiere decir que en cualquier momento pueden aparecer.